Sylvie Annette Sears

DATOS BÁSICOS

Nombre Completo: Sylvie Annette Sears.
Edad: 19 años.
Apodos: Syl, Annette, Valkyrie...
Nacionalidad: Irlandesa.
Nivel Socio-Economico: Medio.
Ocupación: Estudiando para ser Aurora.
Varita mágica: 31cm de madera de sauco, con núcleo de fibra de corazón de dragón y dos escamas de sirena. Rígida, ideal para transformaciones.
Boggart: Adopta la apariencia de una niña de diez años, con largos tirabuzones rubioso, vestida únicamente con un empapado camisón blanco, manchado de barro y de la sangre que brota de una herida en su cabeza. Es la apariencia que tenía ingris, di hermana mayor, cuando murió.
Patronus: Un leopardo.

DATOS FISICOS

Raza: Bruja, Animaga.
Altura: 1,65, aproximadamente.
Color de ojos: Azules verdosos, cambian de tono con la luz, volviéndose más grisaceos o más verdosos.
Color de Pelo: Castaño muy oscuro.
Color de Piel: Clara, aunque si se expone al sol se broncea con facilidad.
Rasgos Significativos: Posee una piel pecosa, salpicada de pequeños lunares. En la espalda, paralelas a ambos lados de la columna, tiene dos cicatrices que le quedaron después de que le estirparan dos lunares por metodos muggles, cuando era niña. Tiene varios tatuajes, entre ellos un auryn en la nuca. Tiene un piercing en la lengua, el industrial en la oreja derecha, y pendientes en los dos pezones.
Vestimenta: Se siente comoda con ropajes muggles, y acostumbra a utilizar ropa rokera. Sus prendas preferidas son unos viejos vaqueros desgastados y ajados, camisetas ajustadas, negras en su mayoría, y unos alltos tacones.
Adicciones: Ninguna. Es demasiado controladora como para soportar ser dependiente de algo.
Extra: Posee un cuerpo delgado y esbelto, una figura atletica. Calza una talla 36, pues posee unos pies diminutos, aunque nunca los enseña, pues su infancia de bailarina le ha dejado unos pies llenos de callos. Sus piernas son rectas y fibrosas, terminando en una cadera no muy ancha. Posee una cintura de avispa, y un vientre plano y duro por el ejercicio. Goza de una talla considerable de pecho, en comparación con su reducido tamaño. Aunque la forma de sus brazos no lo delate, tiene bastante fuerza, comparada con las demás chicas de su edad. Sus manos son pequeñas, con dedos de pianista, terminados en largas y afiladas uñas. Tiene cuello de cisne, uniéndose a una cabeza ovalada. Sus labios son carnosos, ocultando una blanca y perfecta sonrisa venída a raiz de dos años con ortodoncia. Su nariz es recta, ligeramente respingona, y sus finas cejas están levemente arqueadas, dándole cierto aire permanente de sorprendida. Sus ojos, de forma felina, son de un claro azul verdoso, enmarcados por largas pestañas negras. Suele llevar suelto su largo cabello castaño, que cae en eondas hasta la mitad de su espalda.

DATOS PSICOLÓGICOS Y ESPIRITUALES

Defecto más grande: Es demasiado exigente con la gente que le rodea, espera que todo el mundo sea tan fuerte como ella, y no sabe dar segundas oportunidades.
Mejor cualidad: Es leal hasta las últimas consecuencias, moriría por defender una causa.
Enfermedades Mentales: Padece Brontofobia, pánico a los rayos o truenos. La desarroyó a partir de la muerte de su hermana. Le pone nerviosa y de mal humor que llueva, pues en cualquier momento puede ponerse a tronar. Cuando hay una tormenta con rayos y truenos suele bloquearse, se esconde bajo mesas, sillas o rincones oscuros, abrazando a sus rodillas. A veces incluso el shock es tan grande que empieza amurmurar cosas sobre su hermana.
Muy poca gente conoce esa faceta suya, Sylvie lo considera una gran debilidad, y con lo orgullosa que es le avergüenza muchísimo que alguien se entere.
Fortalezas Emocionales: Es muy segura de si misma y sabe quién es, y porqué es así. Es muy dificil hundirla con palabras.
Debilidades Emocionales: Es muy cerrada a la hora de contar sus problemas o pedir ayuda, siempre se lo guarda todo para ella y eso hace que se sienta sola y de vez en cuando no pueda más.
Creencias: Sylvie cree en la naturaleza, es de ascendencia Celta y lo lleva en la sangre. Cree que todo tiene alma: todas las criaturas, todas las plantas, la tierra que pisamos, el aire que respiramos, el fuego y el agua... Cree que todo está vivo, a su manera.

Personalidad: Podría decirse que Sylvie tiene una personalidad un tanto discutible, o eso opina la gente. Cabe destacar que lo que piense la gente a Sylvie, por lo general, se la trae al fresco.
Es una chica muy segura de si misma, sin un solo complejo, quizá sea demasiado segura de si misma... Está completamente feliz consigo misma, tanto física como psicológicamente, lo cual la lleva a comportarse de una forma muy prepotente, en ciertas ocasiones. Ella se considera perfecta tal y como es, por lo cual ignora cualquier crítica respecto a su persona. No le molesta que le critiquen, no le ofende, y prefiere que le digan las cosas de forma directa y a la cara. Sylvie es consciente de sus defectos, es consciente de que hace cosas que no está bien, pero le da igual y no tiene intención de cambiar para agradar a nadie.

Carece de todo lo relacionado con empatía, tacto o dulzura. No es que se comporte de forma egoísta, sino que opina que la gente es demasiado quejica. Ella dice las cosas tal y como son, o tal y como las piensa, por muy cruel que pueda sonar. Opina que es mejor decir la verdad tal y como es, sin eufemismos ni chorradas de esas. Es brutalmente sincera, y menosprecia a la gente que es incapaz de asumir la realidad tal y como es.
No lleva nada bien eso de ayudar a la gente. Es buena consejera, sabe pensar de forma objetiva y suele encontrar las mejores soluciones para cada situación, pero la persona que le pida consejo debe estar preparada para lo que le vaya a decir. Y no le gusta nada que le pidan consejo para luego hacer lo contrario de lo que ella les dice.
Tampoco destaca por su ingenuidad, dulzura o afán por demostrar cariño. Carece de cualquiera de estas cualidades femeninas, y podría decirse que es más seca que una piedra pómez. A Sylvie le irrita cualquier persona demasiado efusiva, ruidosa, de esas que siempre intentan llamar la atención pegando grititos, saltando y haciendo el tonto. No le gusta que la gente se tome confianzas con ella, sin apenas conocerla, ni tampoco le gusta que la toquen sin su permiso. Odia las muestras de cariño en público, a ella también le gusta demostrar aprecio –muy, muy, muy de vez en cuando- a sus allegados, pero lo considera un acto íntimo. Odia a las parejas que se pasan el día besuqueándose en público (y más de una vez se le ha oído gritar “¡Iros a un Hotel!” a algún par de desconocidos), opina que parece que necesitan restregar lo felices que son y lo mucho que se aman a los demás. Esto en cierto modo se trata de envidia, pues Sylvie nunca ha sido capaz de mantener una relación estable con nadie.
Podría decirse que Sylvie nunca ha tenido mucha suerte en el amor. Es una chica atractiva, físicamente, y muchas veces siente que los hombres solo le ven eso. A esto se le suma el hecho de que su gusto por los “chicos malos” la ha hecho ir –más que de flor en flor- de capullo en capullo. Después de muchos dolores de cabeza y malos momentos provocados por hombres, Sylvie ha decidido pasar de las relaciones serias y estables. Tampoco es que sea una mujer de un solo hombre. Es fiel, y nunca engañaría a su pareja, pero por eso mismo no le gusta atarse a nadie. No suele aceptar a nadie como pareja seria, aunque tampoco es muy dada a los lios de una noche, pues quien le interesa lo suficiente como para pasar una vez por su cama… No logra salir con facilidad.


A pesar de ser una persona bastante arisca, no es para nada antisocial. Le gusta conocer gente, no es nada tímida o introvertida, y no le cuesta nada acercarse a un desconocido para iniciar una conversación. Esta faceta suya es fruto de su infinita curiosidad. Es curiosa, mucho, y cotilla. Le encanta observar a la gente, hablar con ellos, aprender de la gente. Aunque es desconfiada, parece que te cuenta muchas cosas, pero en realidad no sabes nada de su vida. Es sociable, pero hasta cierto punto, pues aunque tenga infinitos conocidos, amigos más bien pocos. Puede decirse que le gusta “probar” a las personas, pero tras una conversación no muchos le interesan lo suficiente como para molestarse en repetirla.
A pesar de eso, Sylvie sabe bien que hay que tener contactos hasta en el infierno, así que cuando le conviene también sabe poner cara de niña buena, para agradar a la gente de la que puede beneficiarse.

Otro de sus rasgos más significativos es su enfermiza competitividad. Se toma todo como una competición, todo se lo toma en serio, tiene que demostrar que es la mejor en todo. Es muy fácil de picar, y basta que le digan que no se atreve a hacer algo, para que lo haga. Le encantan los retos, y pocas cosas le divierte más que mantener una tensa rivalidad con alguien que esté a su altura. A Sylvie le encanta que hablen de ella -mal o bien, no le importa-, le encanta hacerse notar. Es una fanática de los escándalos, y muchas veces hace cosas solo para poder presumir de ello. Es muy atrevida, descarada y desvergonzada; no tiene miedo de nada y se cree capaz de cualquier cosa.

Es independiente y rebelde. No soporta que le digan lo que tiene que hacer, ni lo que no puede hacer. Sylvie hace lo que le da la gana, cuando le da la gana, y como le da la gana; y que alguien intente impedírselo. Es mordaz en sus comentarios, cuando habla nunca deja de lado su afilado sarcasmo, a no ser que se trate de un tema excepcionalmente serio. Muchas veces hace comentarios de lo más crueles y ofensivos, aunque siempre esboza una media sonrisa burlona que denota que es una broma… Aunque la mayoría de las veces no lo sea.


Sylvie no es la mejor persona del mundo. No es una chica dulce, no es una chica ingenua… ni siquiera puede decirse que, por lo general, sea una chica simpática. Pero es valiente. Pocas personas habrá en el mundo más valientes y comprometidas que ella. Sylvie es una persona luchadora, hasta las últimas consecuencias, nunca se rinde y está dispuesta a dar su vida por una causa. Muchas veces se comporta de forma temeraria, sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos, sin miedo a nada. Sylvie es de todo menos cobarde, jamás se echará atrás, por muy mal que vayan las cosas, jamás se rendirá o traicionará a los suyos. Es una chica leal, leal como nadie. Tiene pocos amigos a los que aprecia de verdad, pero por ellos daría su vida. Es digna de confianza, un pilar inquebrantable en el que poder apoyarse.
Es justa y honrada, siempre va con la verdad por delante, y no dejará que nadie pague los platos que ha roto ella. Siempre da la cara cuando se mete en un lio, que no son pocas veces, y afronta con valentía las consecuencias de sus actos.


A pesar de todo esto, Sylvie es imprevisible, en todo momento hay una remota posibilidad de que haga algo insospechado en ella, comportándose de una forma totalmente contraria a su personalidad.

DATOS BIOGRÁFICOS

Padres:
-Charles Sears: Su padre es un muggle sencillo y humilde, es amable y muy cariñoso con su hija. Aunque a veces lo intenta, no sabe regañar, y siempre acaba bromeando sobre las trastadas de su hija.
-Annette Artenford Sears: Su madre es una muggle con algo más de caracter que su marido. En personalidad Annette y Sylvie son muy parecida, por lo que muchas veces chocan, aunque se llevan muy bien.

Hermanos:
-Ingrid Sears: Su hermana mayor, era años mayor que ella. Siempre fue una muchacha vivaracha y alegre, muy tierna y tranquila. Era algo vergonzosa, totalmente opuesta al terremoto de Sylvie. Algo cobardica, todas las cosas desconocidas le daban miedo. Era mucho más sensata que Sylvie, y siempre intentaba que esta no se metiera en lios. [Fallecida]

Otros:
-Morganna Artenford: Es la hermana de la madre de Sylvie, quien crió a las dos niñas, pues sus padres no pasaban mucho tiempo en casa. Es la única bruja de su familia, además de la propia Sylvie, que ella sepa. Es una mujer fuerte, de mucho caracter, valiente pero solitaria y arisca a la vez. Sylvie la admira profundamente, y se siente orgullosa de ser una de las pocas personas merecedoras del cariño se Morganna.

Historia:
Sylvie nació el día 7 de Diciembre, pasadas las 10 de una noche muy lluviosa en Connemara. Nació en el seno de una familia burguesa, su padre era el dueño de una tienda de ropa, y su madre era costurera. Cuando ella nació, su hermana tenía ya tres radiantes años, y era la alegría de la casa.
Sus padres no pasaban mucho tiempo en casa, así que sus dos hijas fueron criadas por la hermana de Annette, Morganna Artenford. Morganna, a pesar de ser mayor que su madre, era soltera y no tenía ningun hijo. Esta gran mujer siempre fue un ídolo para Sylvie, aunque a Ingrid le daba miedo.
La infancia de Sylvie pasó así, bajo la tutela de Morganna, manteniendo una estrecha relación con sus padres, a pesar del poco tiempo que pasaba con ellos, y protegiendo a su hermana mayor de cualquier cosa que le diera miedo, que no eran pocas.

Cuando Sylvie tenía 7 años, pasó una de las dos cosas que le cambió la vida. Corría el 23 de Marzo, y una gran tormenta azotaba la zona. Sylvie siempre había adorado las tormentas, le fascinaban los rayos y los truenos, y la lluvia la volvía loca. Como la tormenta era muy intensa, los padres de las niñas se habían quedado en la tienda, esperando a que amainara, y Morganna era la única que estaba en la casa.
En un descuido de su tía, Sylvie salió a la calle, a disfrutar de la devastadora fuerza de la naturaleza. Desde siempre, su cobarde hermanita había tenido miedo de los truenos, pero a pesar de eso salió de la casa para pedirle a Sylvie que volviera. La pequeña tomó a Ingrid de la mano, y comenzó a dar vueltas y a bailar bajo la lluvia, mientras la otra le suplicaba que volvieran a dentro.
Durante aquel baile, el viento arrancó varias tejas del tejado de la casa de los Sears, y estas cayeron sobre las niñas. Una golpeó a Sylvie en la espalda, haciéndola caer al suelo, aturdida, pero sin mayores consecuencias. En cabio, a su hermana le cayó una en la cabeza.
Para cuando Morganna se percató de la ausencia de las niñas ya fue demasiado tarde, ningún médico fué capaz de llegar hasta la casa de los Sears con aquella tormenta, y la pequeña Ingrid murió. Desde aquella noche, Sylvie desarroyó brontofobia, pánico a las tormentas con rayos y truenos.

Muchos años después, cuando Sylvie tenía 11 años, volvió a suceder algo que le cambió la vida. Tras varios sucesos aparentemente inexplicables, su tía le desveló que era una buja.
Al principio Sylvie se culpó a si misma de la muerte de su hermana, no solo porque por su culpa había estado en la caye, sino porque a su juicio, al ser bruja podía haberla curado con sus poderes. Su tía le explicó, que ella también era bruja, y que a pesar de ello no había podido hacer nada por la pequeña y rubia Ingrid.
A pesar de esto, habiendo acabado ya sus estudios en Hogwarts, Sylvie aun no se ha perdonado la muerte de su hermana.

DATOS EXTRAS

Odios:
-Detesta las verduras cocidas, le entran arcadas solo de pensar en ellas.
-Los dias lluviosos le ponen de mal humor.
-No le gusta nada la asignatura de Historia de la Magia, se aburre mucísimo en esas clases.
-No soporta dormir más de 6 horas, siente que está desaprovechando los días.
-Nunca le cae bien la gente que intenta llamar la atención constantemente.
-Le pone de los nervios la gente muy efusiva o ruidiosa, le desquician las parejitas felices escesivamente empalagosas y odia que la gente se tome muchas confianzas con ella sin apenas conocerla.
-Odia a los Mortífagos, los considera sádicos fanáticos que solo buscan una excusa para matar.

Gustos:
-Adora los gatos.
-Le encanta el dulce, incluso se come sobrecitos de azucar tal cual. La gente dice que se come todo lo dulce que ella no es.
-Adora la nieve, y es la primera en organizar una guerra de bolas.
-Le gusta leer, es una de las únicas cosas para las que para quieta. De la literatura muggle, su obre preferida es la Historia Interminable, y le gusta tanto que se ha tatuado un Auryn[i]
-La asignatura de transformaciones le apasiona, uno de sus sueños era ser animaga, auqnue ya lo ha logrado.
-Adora el Quidditch, le encanta jugar, y se esfuerza al máximo en jugar en equipo.
-La cerbeza muggle es su perdición, sobre todo la cerbeza negra.

Manias:
-De niña tenía la manía de morderse las uñas, pero ya la ha superado.
-Hacer crujir sus nudillos.

Otros:
-Tiene un gato como mascota, de la raza turca de Angora. Su largo y sedoso pelaje es de un impolúto blanco, y lo más llamativo de su ser son su ojos, pues el derecho es ambarino y el izquierdo azul celeste. Se llama Kayne ([i]Kayne es una antigua palabra irlandesa que significa batalla), y es una hembra que tiene desde que inició Hogwarts.

Spoiler:

-Es una animaga Ilegal. Alcanzó esa habilidad en su sexto curso en Hogwarts, y no ha notificado al ministerio nada. Se transforma en un Leopardo de las nieves.

Spoiler:

Spoiler:

Genial tu ficha.
Bienvenida. ^^