El poder de los Dioses

The power of The Gods


Prefacio
La mitología era una manera de ver el mundo, una forma que los humanos de esos timepo lejanos tenían para reflejar lo inexplicable, como eran para ellos el clima, las estaciones, incluso la construcción o destrucción de una gran cuidad. Había un dios para cada tarea, Zeuz, el señor de todos los dioses, Afrodita, la diosa del amor, Poseidón el dueño de los mares, Atenea, diosa de la sabiduría y de la batalla, Ares, dios de la guerra, Hades el dios del inframundo, como tantos otros. En sí, los dioses eran una representación del hombre, como se veían, incluso tenían las mismas debilidades, los castigos que estos causaban eran una manera de ver el mundo. Otra parte de la mitología decía que estos viajaban a la tierra, para tener encuentros con humanos, y de esas uniones nacía un semi-dios. Dotado con todos los poderes del dios, con la apariencia de un humano. Por muhcos años todas estas leyendas sobre los dioses fueron perdiendo credabilidad, los dioses del Olimpo, decidieron aguardar el momento en el cual la humanidad los nesecitara, por esto mismo depositaron todos sus poderes en jóvenes, que en siglos que pasaran serían sus descendientes. Muchos años pasaron.........pero en la actualidad, una fuerza terrible que Zeus había derrotado, Ccronos, el padre de todos los dioses del Olimpo, es liberado y así tendrán que unir sus fuerzas para poder salvar a la Tierra. Los humanos se esconden en figuras como Dios, Rá, pero no saben que lo que nesecitan es la ayuda del poder de los Dioses Olímpicos.

Capítulo I: ”El Despertar”

Caminaba por un prado, ¿era ella?, no se reconocía, pero si era ella, aunque parecía de otro tiempo, sin saber porque miro para todos lados, la terrible sensación de que algo malo pasaría la inundaba, sin embargo su mano se extendió para poder empezar a recoger un par de flores. Una en especial estaba recien abierta, el peculiar olor que tenía lo indicaba, todo parecía en paz, un cielo despejado. Pero la sensación seguía ahí,¿porque la tenía?, parecía el mejor sueño de todos, miraba sus ropas, era una sola túnica blanca, atada en un nudo con una alaja de oro. Sus manos estaban pesadas, también tenía brazaletes en ellos, ¿sus pies? Parecían una sandalias echas con cuaro o material parecido. Un extraño ruido la saco de sus pensamientos, estaba segura que era por ese prado, algo oscuro se movía entre las flores en un hueco, con curiosidad se acerco, mientras esa sensación aumentaba, cada vez más. A solo unos pasos del hueco decidió que era mejor idea volverse, miro sobre su hombro el hueco y empezo a caminar, pero una mano la atrapó por uno de sus tobillos, era áspera y enviaba una sensación de terror a todo su cuerpo, intentaba gritar, pero una risa siniestra salía del hueco mientras la arrastraba, cae por completo en el hueco mientras la risa se hace cada vez más fuerte....
La alarma de las 8:00 empezó a sonar rapidamente, pero una joven ya estaba despierta, ¿que había sido ese sueño?, se froto la cara una y otra vez, tratando de sacar esas imágenes de su mente, estaba claro...no más televisión después de las 12, lentamente retiro las sábanas que estaban sobre ella para poder empezar a cambiarse, ¿que día era hoy? , con el instituto, tenían que ir a un viaje a Grecia ¿que colegio elije como viaje estudiantil Grecia?, parecía que el de ella así que sin mas empezo a preparar el bolso. Sus padres ya habían salido para el trabajo, le deseaban un buen viaje. En una carta. Mirando la carta suspiro levemente, sus padre no eran del estilo cariñoso, de esos que te abrazan hasta que no tengas aire, le gustaba eso...pero en testos momentos le hubiera gustado tenerlos a su lado. Mirando la hora decidió empezar el camino hasta el colegio, tenían que tomar un autobus hacia el aeropuerto para después irse hasta Grecia.

Tomando su patineta en mano decidió empezar su camino, auriculares puestos, empezo a andar por las calles, a esas horas había muy pocas personas, asi que no corría peligro de morir atropellada como su madre se dedicaba a decirle todos los días. ¿Porqué había decidido ir a este paseo?....solo una razón, y su nombre era Andrew Westing. Andrew es perfecto a los ojos de todo el instituto, trabajador, siempre dispuesto ayudar y sin mencionar su apariencia. Es mayor que ella, pero va al paseo como un junior, en sí, el tiene que ayudar a los chicos, y organizar que no haya problemas, mientras los profesores toman un café. En fín, el le había pedido que fuera, eran amigos, o al menos eso pensaba él. Simplemente no podía decirle que no, era algo que no podía hacer. Se encontraba cerca del colegio, se podía ver a un grupo de chicos entrar por una gran puerta mientras que otros se quedaban del otro lado para charlar por unos momentos.

“Aileen....”

-¿Pero Qué...?-la joven mira a todos lados preguntándose quien la estaba llamando, sin saberlo tropieza con su patineta y esta bastante segura que terminará con un golpe en la cabeza. Pero cuando pensaba en lo que le diría a sus padres en el Hospital, sintió como era jalada desde adelante y unos brazos la rodeaban. Era un hombre definitivamente, era un joven...era Andrew, tenía que ser Andrew. Este la miro con aquella sonrisa perfecta y delicada

-¿Estas Bien Leen?- dice el un tanto preocupado, reincorporándola, procuparando ver si no se había lastimado o tenía algun indicio de estar lesionada. No pudo evitar y sonreír como una tonta, era un efecto que él generaba cuando estaba cerca de ella- Leen, ¿me estas escuchando?- pregunta el chico tomándola de los hombros movíendola un poco para los costados

-Si estoy bien....simplemente me distraí, ya sabes, la música-dice mostrando su Mp4 mientras lo guardaba en su bolsillo, él no parecía muy convencido pero prefería no preguntar nada. Tomo del suelo la patineta de ella y se la entregó- Gracias- levantando la vista con una sonrisa, se encuentra con los ojos de él. Un café casí negro que parecían siempre buscar algo dentro de su alma, siente como sus mejillas se sonrijan ante tal mirada y baja la cabeza

-Vamos adentro, pasan la lista y será mejor que te vean ahí- dice evitando también la mirada, algo que extraño a la chica, ¿que le pasaba?, le dedica una pequeña sonrisa antes de irse, dejándola ahí parada. Decide que tiene razón, los profesores no eran digamos que sus personas favoritas en el mundo, y el sentimiento era mútuo.

“Te nesecito Aileen....ayúdame”- Se da vuelta, nuevamente a ese susurro en su cabeza, ¿quién era? Su voz sonaba tan familiar, tan....intoxicante, lograba que cada centímetro de su cuerpo temblara y al mismo tiempo se sintiera tan exitada. La campana del instituto le indicaba que pronto pasarían la lista como Andrew le había explicado. Así que con la patineta en mano, se dirijio al autbus, que el colegio había pagado[con la plata de los estudiantes claro esta] para poder ir hasta el aeropuerto, dedico una última mirada a Andrew antes de subir al autobús y se sentó en la parte mas alegada de él, para poder dormir un poco

Despertaba en un lugar desolado, poco a poco recobraba la razón, tenía las mismas ropas que en otro de sus sueños...en ese momento se dio cuenta, estaba sobre una mesa, se sentía fría, igual que el aire en aquel lugar. Podía ver algunas montañas y un enorme río entre medio, no había nada más. Al pisar el suelo perdió levemente el equilibrio, frotaba sus manos por sus hombres, sintiendo el oro frío de su brazalete contra su piel. Una sombra se acercaba a ella, podría correr pero su cuerpo se quedaba quieto, sabía quien era....la sombra toma su mano delicadamente y siente un escalofrío por todo el cuerpo. Acerca su mano a su boca y deposita en beso en ella. Aunque no quería no pudo hacer otra cosa que sonrojarse ante tal acto....
“Serás por siempre mía Perséfone...te lo aseguro, mi Reina”- dice la voz y se escuchaba un gruñido a lo lejos...

Se despertó abruptamente dentro del omnibús, ¿que carajo había sido eso?, la segunda vez que soñaba con el mismo personaje, esa misma sensación de miedo y exitación al mismo tiempo. Recuperó levemente la respiración y se acerca a una ventana; estaban por llegar al aeropuerto. Seguramente soñaba con eso ya que viajaba a Grecia, después de todo, sabía que Perséfone era la diosa del Inframundo, esposa de Hades. Tenía que ser eso, pero no podía evitar pensar, que todo esto tenía otro significado. Baja del transporte a buscar sus mochilas y bolsos, encontrándose con Alexandra era una de sus amigas más cercanas.

-No puedo creer que casi estemos en Grecia, estaba segura que algo malo iba a pasar- bromea la jóven, tenía un aspecto bastante rudo, ojos verdes, largo cabello negro-castaño, piel delicadamente bronceada. Su cara tenía siempre un aspecto algo amenazador y al mismo tiempo parecía llena de paz. No muchos eran amigas de ella, pero según Aileen era una persona de lo más agradable- ¿No te emociona? ...escuche que el colegio tiene planeado ir a un templo que se decía ser adoración a Hades- siente un nuevo escalofrío por su espalda al escuchar ese nombre, como en su sueño- Que raro, adorar a Hades...¿no te parece?- pregunta su amiga acomódansoe un bolso en la espalda

-No lo creo tan así, desde mi punto de vista, el fue engañado por su hermano y terminó con el Inframundo- dice bastante a la defensiva, nisiquiera ella misma sabía que podía ponerse así por un tema tan absurdo como la mitología- Digo, ¿no es así?

Alexandra se limito a mirar a su amiga con cara pensativa y una pequeña sonrisa aparecía en su rostro, para desconentro de Aileen. Los profesores llamaban a los alumnos para la fila y ahora Alex se adentraba dejándola sola, con unas palabras rondando su mente...”Por siempre mía...”